Guiones Radio Ocote
Madre a los trece — La pandemia del abuso sexual contra menores
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Esta es la historia de Ella, una joven de 17 años que cuatro años atrás parió al hijo que, también, es su hermano. Para explicar mejor las dimensiones de esta historia también hablamos con Mirna Montenegro Rangel, médica salubrista, socióloga y directora de Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSAR) y con Susana Kummer asesora técnica de Proyecto Miriam sobre los efectos físicos y psicológicos del embarazo en una niña. Cuestionamos las acciones, omisiones y posibles negligencias del Estado en casos que suceden con demasiada frecuencia; y cómo las organizaciones juegan un rol imprescindible para que las víctimas superen su trauma.


[El audio del episodio lo encuentras aquí]

Periodista: ¿A dónde te quisieras ir?

Ella: A un lugar tranquilo, tal vez. De una colonia donde nadie me conozca. Donde yo empiece, donde nadie conozca mi historia. Y ya, estar un poco más grande y llevarme a mi hijo y me da mucho miedo que cuando él crezca otro poquito más y entre a la escuela le hagan comentarios. Porque o sea uno conoce a las personas como son y si se lo han hecho a mis hermanos cómo no se lo van a hacer a él.

Narración: Este es el segundo episodio de una serie de Radio Ocote que expone el horror de las agresiones sexuales a menores. Ellas buscan justicia, buscan un futuro. Aquí la historia de “Ella” que es madre de su hermano. Porque su papá la violó cuando tenía 13 años.

La llamaremos Ella para proteger su identidad, aunque estaba dispuesta a ser nombrada. Ella tiene 17 años y vive en Ciudad Quetzal, una aldea del departamento de Sacatepéquez donde se cruza lo rural con el caos de la ciudad.

En este episodio, Melisa Rabanales narra la historia de una de las miles de niñas violadas en Guatemala cada año.

***

Narración: Ella tiene 17 años, su hijo, cuatro. Ella fue violada por su padre. Sí, el que debía protegerla. Sí, su papá la violó. Además, tuvo un hijo de él.

Según el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva, OSAR, de enero a agosto del 2019, se han registrado 57 mil 801 nacimientos de madres entre 10 y 19 años. Este dato surge de las bases de datos del Registro Nacional de las Personas (Renap), del Ministerio de Salud y del monitoreo del mismo observatorio.

Podríamos decir que la infancia de Ella no fue fácil, la describe como aburrida. Su papá trabajaba de noche y lejos. De día, ella y sus hermanos y hermanas debían guardar silencio mientras él dormía. Si no obedecían, los golpeaba. No la dejaban salir a jugar a las calles de tierra de su vecindario. Su mamá era costurera y dedicaba parte de su tiempo a entregar sus trabajos.

Ella: Mi mamá se había ido a entregar un trabajo y él estaba acá en la casa y yo estaba haciendo tareas. Esa vez solo vino, entró al cuarto y me dijo de que (…) me llamó, me dijo, “Vení para acá”. Entonces yo fui. Esa vez solo me dijo que me acostara, que me acostara en la cama y él estaba sentado. Y le dije que, “¿Qué pasaba?”. Y solo vino y me (…) ósea, me quitó la ropa (…) me acostó en la cama. Y yo le decía, “¿Por qué?”. Y le empezaba a preguntar y él no me contestaba, nunca me dijo nada. Esa fue la primera vez de que (…) de que él me violó.

Narración: Fue la primera de muchas. 

Ella: Después yo salí llorando (…) Y le empezaba a pegar y le empezaba a pegar y no me decía nada. Y salí llorando. Me fui a encerrar al baño. Y mi mamá vino al rato y yo ya no salí de mi cuarto, me quedé encerrada. Nunca le dije nada a mi mamá porque, pues, él me decía lo mismo, ¿va?, que si yo quería tener a mis hermanitos sin papá de que ellos iban a sufrir, no sé qué; más por mi hermana. Después (..) pasó el tiempo y no fue una ni dos veces, seguía ocurriendo cuando mi mamá salía y seguí ocurriendo y seguía ocurriendo.

Narración: Según un estudio realizado por la Procuraduría de Derechos Humanos, el 90% de los agresores de menores, son familiares cercanos a la niña o vecinos que viven o conviven con ella. De ese 90% de agresores, un 30% son el padre de la niña. Además de los traumas que implican ser víctima de un abuso sexual, el terror de vivir con el agresor es uno de los factores por los que Ella decidió no hablar. La vergüenza, el miedo y la manipulación por parte de su padre la mantenían alejada de quienes podían ayudarla. Pronto la situación empeoró. Su comportamiento no era el único que cambiaba, también lo hacía su cuerpo.

Ella: Y ahí fue donde empezaron todas las señas para que todo saliera a la luz porque pasó eso, después como a la semana (…) nosotros somos cristianos-evangélicos (…) la pastora estaba hablando con mi mamá y le dijo que yo estaba muy pálida, que me fuera a hacer un examen porque ella me miraba que yo estaba subiendo de peso. O sea, ella nunca le quiso decir a mi mamá que miraba yo estaba embarazada. Pero sí le dio dinero a mi mamá y la mandó a hacer un examen y le dijo que me hiciera una prueba de sangre y una hematología completa, me recuerdo, para ver si no tenía algo. Y fuimos esa vez y me hicieron la prueba de sangre y dijeron que los resultados lo entraban en la tarde. Fue un día martes. Yo me fui al colegio, que sí cuando salí mi papá me fue a traer al colegio. Y él ya sabía, por esa prueba se enteraron que yo estaba embarazada y ya tenía tres meses. Y mi mamá llegó, cuando yo vine aquí, llegó a mi cuarto y ella estaba llorando y me dijo que estaba embarazada. Pero yo ya lo sabía porque cuando mi papá me fue a traer me dijo que yo estaba embarazada, me dijo, “Subite a la moto”. Y de camino me dijo, “Estás embarazada pero no le vayás a decir nada a tu mamá, porque mirá, ya sabés, tus hermanos; vamos a hacer lo posible”, me dijo de que, “vamos a conseguir de que, de que no tengas ese niño. Yo te voy a llevar a hacerte unos exámenes y vas a ver que no vas a tener ese niño”. Pero yo no hallaba qué hacer porque todo, todo el mundo me decía que si yo tenía novio. Que yo les dijera con quien, con quien había hecho algo o si me había pasado algo. Y ese día en un ayuno le dije a mi mamá que había sido mi papá y le conté todo.

Narración: Ella cuenta esto, sentada en el pequeño espacio de paredes de block de cemento, con piso de tierra. Al fondo un patio abierto en el que se escuchan pollos y perros. Entran los pollos a la sala, mientras ella lo cuenta. Pidió a su hermana que lleve a su hijo a jugar a la calle. Nos lo cuenta en la misma casa en que fue violada.

Entrevistamos a Mirna Montenegro Rangel, médica salubrista, socióloga y directora de OSAR, una organización que monitorea y fiscaliza la implementación de políticas públicas en salud reproductiva, impulsada por facultades de salud de algunas universidades, asociaciones médicas y el Congreso de la República. Hace un par de décadas OSAR impulsó leyes como la de planificación familiar y la de desarrollo social.

Mirna Montenegro: Como Guatemala es un país conservador, todo lo que te suene a salud reproductiva o salud sexual lo ponen como en corchetes. Nada que ver. Ni de planificación familiar ni de educación sexual en el año 2000.

Muchos de los casos que nosotras vemos no tienen dinero para el medicamento, para el ultrasonido, para trasladarse a un servicio, para recibir atención psicológica, o para pagar un abogado, o abogada que pueda llevar su caso ante la justicia.

El Ministerio de salud ha mejorado bastante y ya se ha convertido en una norma que todo embarazo menor de 14 años que llega a un servicio de salud, no importa si es puesto, centro u hospital, tienes que tener una denuncia. Porque ya al contabilizar las que llegan a los servicios, tendrías que entrar el proceso de la atención psicológica y de la investigación con el Ministerio Público. En ese proceso deberías identificar quiénes son los agresores y mira, lo curioso es que no es un solo agresor. Hemos visto casos donde han sido dos o tres hombres de la familia los que han violentado a la niña. Si la niña resulta embarazada, pues cuando nace el bebé haces la prueba de ADN y es tu prueba para decir quién es el responsable.

Narración: Después de que Ella le contó a su madre sobre las múltiples violaciones que había sufrido por parte de su papá, ambas decidieron tomar una de las decisiones más difíciles: acudir al Ministerio Público para denunciarlo.

Ella: Tengo una prima que es policía y le dijo a mi mamá de que si ella no hacía la denuncia de que ella la iba a hacer, y de que era mejor que mi mamá hiciera la denuncia, porque si ella la hacía y ella decía que mi mamá ya sabía, o sea mi mamá también iba a salir perjudicada. Entonces la familia de mi mamá la apoyó para que fueran a poner la denuncia, mi prima nos acompañó. Empezamos a hacer todos los trámites, fuimos a hacer todos los hechos (…) Ministerio Público, todas las pruebas. Y como eso, como al mes, mi abuela se enteró, la mamá de mi papá se enteró. Y ella fue a poner una denuncia en contra de mi mamá, porque dijo que mi mamá que había permitido todo eso, que si mi mamá hubiera estado más al tanto de nosotros nunca habría pasado eso y que su hijo no tenía la culpa y que la culpa era de mi mamá por no atenderlo bien, por no lo cuidarlo. Entonces fueron a poner una denuncia en contra de mi mamá.

Narración: Esto no solo le ocurrió a Ella. Regularmente, las víctimas de abuso sexual que deciden enfrentar y denunciar a su agresor, son criminalizadas de distintas formas. Por sus familias, por sus comunidades, por un entorno que las hace ver como las causantes de la desintegración familiar y ser culpables de su propia tragedia.

Ella: Él iba a trabajar cuando lo capturaron, cabal aquí en la casa lo vinieron a capturar. Ya lo estaban esperando aquí afuera. Estaba un carro cuando él salió cabal lo agarraron. Aquí en Ciudad Quetzal hay una organización que se llama “Por Ti Mujer” y vinieron dos señoras a buscarme aquí a la casa de que, ellas me querían ayudar de que querían buscar personas que nos ayudaran y empezamos a dar vueltas y fuimos a “Sobrevivientes”. Y de “Sobrevivientes” me dieron atención psicológica. Pero ya después no pude continuar ahí, y ellos me dieron referencias a MTM y con MTM fuimos a buscar ayuda.

Narración: Mujeres Transformando al Mundo, o MTM, es una asociación no lucrativa que se dedica a la atención integral de mujeres, niñas y adolescentes sobrevivientes de la violencia sexual y violencia contra la mujer. A través del apoyo legal y el litigio con enfoque de género, MTM ha apoyado como querellante adhesivo en muchas de las audiencias que buscan poner fin a las muchas formas de agresión.

Ella: El apoyo psicológico allá me lo dieron. Me dieron apoyo psicológico, el acompañamiento legal; asesorando a mi mamá que tenía que hacer.

Narración: Ella tuvo que dejar de estudiar. Empezó luego a trabajar, en el mercado, en una zapatería. Sin embargo, cuenta Ella, que la hostilidad de la familia de su padre continuó. La culpaban. Un día los familiares llegaron a tomar la moto de su padre, sus herramientas, las cuales vendieron y se quedaron con el dinero.

Ella: Como decían, como empezaron a hablar de mí, de que yo era la que me había metido con mi papá, o que yo quería, que yo era una buscona. Hubieron muchos problemas.

Narración: Le preguntamos a Ella por qué piensa que la familia de su papá se comporta de esta manera.

Ella: Son bien… Son machistas. Están todavía viven en ese patrón, de los tiempos de antes. Tengo un abuelo y una abuela que creen que todo se soluciona con violencia, con golpes. O sea ellos ya lo miran normal y para ellos, ellos (creen que) criaron bien a su hijo. Y que todo es culpa de mi mamá.

Narración: Mirna nos cuenta más de esta criminalización.

Mirna Montenegro: Yo te diría que tiene que ver con el contexto y el entorno social. Nuestro sistema es eminentemente conservador. La maternidad Y la maternidad es idealizar y también es patriarcal y machista nosotras hemos visto casos donde las niñas denuncia y son desterradas de la comunidad por haber denunciado al agresor. Tienes un sistema de justicia cuyos operadores a veces también son patriarcales y piensan que en realidad la niña tiene la culpa estar provocando al padrastro al hermano o al abuelo. Nosotras creemos que eso puede cambiar en la medida en que vayamos un poco desnaturalizando esos patrones patriarcales mientras más normas y protocolos tienes en el Ministerio de salud y en el sistema de Justicia. Aunque acuérdate que en el sistema de Justicia hay como cierta libertad de interpretación de los jueces. Mientras más normas tienes, más va cerrando en los casos a que puedan irse te por cualquier lado. Entonces en el sistema de salud está cerrado al tema de la denuncia en el sistema social es más difícil así nosotras creemos que las iglesias tendrían un rol importante que jugar por ejemplo han disminuido las muertes maternas porque la Iglesia Católica empezó a decirle a las familias que las mujeres no se tenían que morir de un embarazo, entonces parece que el mensaje fue bien captado por los líderes. Tienen buenos procesos para sacar a las mujeres complicadas y no tienes muertes maternas. De esa misma forma es que la iglesia que congrega a sus fieles tendría que hablar de la importancia de los derechos de las niñas de la vulnerabilidad. Los líderes comunitarios también. Cuesta cambiar esas concepciones patriarcales, pero hay que trabajar con los líderes comunitarios y con las familias porque si te das cuenta estamos trabajando en el marco de políticas operativas.

Narración: La iniciativa 5272 que busca aprobar la llamada “Ley Para la Protección de la Vida y la Familia” es una iniciativa presentada por algunos diputados en el 2017. La iniciativa tiene tres propuestas básicas: modificar el Código Penal para que las mujeres que abortan, incluso de forma espontánea, reciban penas más duras; eliminar la educación Integral en sexualidad y prohibir que personas del mismo sexo puedan unirse o contraer matrimonio. La última vez que estuvo en agenda fue el 9 de octubre de 2019 cuando no logró pasar a tercera lectura. Aún así, los sectores más conservadores de la sociedad siguen presionando para que quede aprobada antes del cambio de gobierno en 2020.

Mirna Montenegro: Hemos hecho el análisis de la iniciativa 5272, ya que aunque se ha modificado bastante, la primera versión era increíblemente mala. Todavía siguen teniendo muchas cosas que realmente son inconstitucionales. O sea sí ya tienes un marco legal que te habla de ley de desarrollo social, la ley de maternidad. Te podría mencionar cuatro o cinco leyes que hablan de la educación integral en sexualidad. Tienes estudios donde los padres de familia te dicen “que lo dé la escuela porque yo no sé y no puedo darlo”. Esta iniciativa es retrógrada en el marco de la educación integral en sexualidad. Cuando está demostrado que si hay educación los y las adolescentes, los niños, tienen realmente mayor empoderamiento que es la capacidad de informarse y de asumir las consecuencias de lo que haces.

Ella: Lo más difícil para mí fue aceptar el embarazo porque ya no se podía hacer nada, yo nunca sentí ningún síntoma, ninguna náusea y ya tenía tres meses. Y yo no aguanté tenerlo. No pude tenerlo a los nueve meses. Yo no aguanté. Era muy pequeña, tenía trece años. Y a los ocho meses lo tuve. Ya no aguantaba.

Narración: Mirna Montenegro, de OSAR agrega:

Mirna Montenegro: El cuerpo de una niña menor de 14 años no se ha desarrollado entonces primero vas a tener complicaciones obstétricas, infecciones urinarias a repetición, puedes tener anomalías del tubo neural porque como es un embarazo no deseado entonces no hay un proceso de prenatales, ácido fólico y hierro. Entonces vas a tener que la mayoría de partos en menores de 12 años van a ser a través de cesáreas.

Ella: Estuve así. Lo tuve de madrugada. Lo tuve con cesárea. En la maternidad yo no, no tenía bien desarrollados mis pechos todavía y me tuvieron que hacer el pezón con jeringas. Me hicieron el pezón y así le di de mamar al nene la primera vez. Vine aquí a la casa yo los primeros meses yo le di de mamar al nene, pero yo casi no lo cuidaba. No podía. Yo intentaba, pero yo no podía.

Mirna Montenegro: De todos los ministerios, el Ministerio de Salud es el que más avanzado está. Y tal vez porque al Ministerio de Salud le toca contar los casos y atender los partos por eso es que tratan. Sí tenemos un ministerio que tiene un protocolo especial para la atención que tiene personal sensible y que si pone la denuncia en el Ministerio Público. Ya, que el Ministerio Público y la PGN lleguen, ya es otra cosa.

Narración: Mirna Montenegro se refiere a que estas instituciones son las encargadas, según se estipula en el artículo 108 de la Ley de Protección Integral, de dirigir las investigaciones de niños, niñas y adolescentes amenazados o violados en sus derechos, actuando en defensa de sus intereses.

Ella: Siempre me estaba va preguntar (a mi misma) de que por qué, qué iba a ser de mi vida, cómo iba a cambiar. Yo soñaba con otras cosas y no podía. Y la gente como se burlaba de mi, cuando me veía de chiquita con el nene. O siempre me preguntaban, “¿Es suyo?” Y yo tenía que decir que sí. Me decían, “Usted no se pudo esperar, ¿o qué?” Y con muchos comentarios que duelen.

Mirna Montenegro: El tema la Salud Mental no lo ves en los procesos de embarazo, normalmente las psicólogas se enfocan en que la niña acepte el embarazo, a que quiera su bebé, a que duerma con él o es una connotación bien impresionante diría yo. No es el tema de la violencia no es la salud mental de la niña no ves como irla sacando de ese Duelo Y que aprenda a convivir con la agresión que le pasó sino la terapia psicológica se enfoca en la aceptación del embarazo y del bebé.

En nuestra experiencia lo que falta es la atención integral a la niña cuando está embarazada. Vas a encontrar mucha gente que se preocupa porque el embarazo continúa, porque la niña quiere a su bebé, porque le dé de mamar. Tenemos casos de niñas de 10 años después de haber tenido un bebé que no tienen senos para poder amamantar. Sin embargo ahí tienes al hospital “ponetelo, dale de mamar” sin ponerse a pensar en la situación mental de la niña.

Narración: Esto es justo lo que le pasó a Ella.

Mirna Montenegro: Los datos de niñas embarazadas menores de 10 años son pocos. Si contabilizamos, por ejemplo, empezando desde el 2013 vas a encontrar dos, tres, cuatro casos. Ahorita en el 2019 te puedo decir que una niña ha sido madre de 10 años o sea que la proporción es muy pequeña. Mientras más va subiendo en edad 11, 12, 13, vas encontrando más casos.

Narración: Debido a la falta de atención integral por parte de las instituciones del Estado, en algunos casos las niñas son apoyadas por organizaciones no gubernamentales que se encargan de velar por que reciban una mejor atención durante su embarazo. Una de ellas es el Proyecto Miriam para la promoción intelectual de la mujer; que se crea con el objetivo de promover la vida plena de las mujeres a través de la formación, sanación y educación, como tres estrategias importantes para contribuir a la erradicación de la violencia y el racismo. MTM llevó a Ella hasta la asociación y con su apoyo pudo continuar estudiando. Susana Kummer es asesora técnica de la asociación y ha trabajado con niñas y adolescentes embarazadas. Ella nos cuenta lo imprescindible que es la atención especializada desde un enfoque cultural y de género

Susana Kummer: Lo que Miriam estaba indicando mucho en este tema es que no haya solamente atención estatal sino también de las autoridades estatales, entonces, que las niñas y niñas que han vivido violencia sean atendidas por sus propias expertas, por las comadronas, ya por los aj’quija, por los guías espirituales, que son prácticamente unos psicólogos de los pueblos mayas, y que nosotros sugerimos que haya una coordinación interinstitucional de justicia y de sistema de atención a las víctimas del Estado con estas autoridades comunitarias y ancestrales.          

Narración: El proyecto Miriam ha acompañado a decenas de niñas y jóvenes en situaciones como la de Ella. La asociación busca una justicia restaurativa y qu no sea sólo punitiva; no basta con meter al agresor a la cárcel. Buscan que la víctima sea acompañada para superar el trauma. Ante la justicia, MTM acompañó a Ella en el proceso legal. Un denominador común en las historias que hemos escuchado: ante los vacíos del Estado, son las organizaciones de mujeres las que dan apoyo a las víctimas y presionan al sistema. En el caso de Ella, el sistema funcionó.

Ella: Hubieron muchas (…) No me recuerdo del nombre, pero sí, de sus rostros y de las personas que estuvieron presionando y presionando porque sí trabajaron bastante. Yo siempre he dicho que mi caso fue algo así como que, sí se vio bastante el apoyo entre abogados y la juez. Se vio bastante el apoyo del Estado también porque fue una abogada pública pero siempre en contacto con MTM. Pero sí fue demasiado, ella sí cumplió su papel a cabalidad. Ella hizo todo lo posible e hizo su mayor esfuerzo, ella me decía, “Yo voy a hacer mi mayor esfuerzo; y yo lo voy a hacer”.

Narración: Parte del proceso judicial incluyó brindar pruebas de embarazo, para demostrar que ella seguía embarazada. Y, claro, responderles preguntas a las abogadas. Muchas preguntas. Y si bien Ella estaba dispuesta a hacerlo, dudaba si realmente iba a lograr algo.

Ella: ¿Y si no se cumple eso y terminan diciendo que yo soy una mentirosa? ¿Y si no funciona? ¿Y si lo que estoy diciendo ahorita después va a ir en mi contra? ¿Si el Estado ve todas las pruebas y dice que es mentira? ¿O si el Estado dice, si el juez dice que el caso queda ahí? Es el miedo de que estoy consciente de que lo que estoy diciendo es verdad, pero existe ese miedo de que cómo va a reaccionar la otra parte.

Narración: Después de todo esto, Ella debía enfrentar una prueba más.

Ella: Cuando tenía como seis meses que a él lo operaron porque había nacido con una hernia en los testículos. Y esa vez lo operaron en el Juan Pablo y solo la mamá se podía quedar con él y no podía estar ningún otro familiar y fue una experiencia muy dura porque tenía 6 meses él, y yo 14 años y no sabía qué hacer, qué decir, qué.  

Ha sido muy significativo para mí esa operación, porque esa vez yo como que comprendí que había una persona que necesitaba de mi y ese día dije que lo iba a cuidar. De que no iba a importar de dónde venía o algo así. Y yo me propuse cuidarlo y ahorita ya va a cumplir 4 años el 24 de noviembre y ya está grande y es un niño se ha robado el corazón tanto mío como el de mi familia porque mis hermanos lo quieren, lo cuidan y me hacen el favor, cuando tengo que hacer algo en el colegio o a veces me sale un trabajo, yo voy y así. Ellos nunca se niegan. Siempre lo están cuidando.

Narración: Ella también consideró dar a su bebé en adopción. Pero como Ella nos contó, no pudo siquiera averiguar cómo hacerlo. De repente ya estaba en el hospital lista para parir.

Según el Consejo Nacional de Adopciones, los procesos para una adopción siempre son llevados a un juzgado de niñez, que pueda tomar la decisión sobre las madres menores de edad. Si hubo violación, la PGN investiga a la madre y su familia, y a la familia del violador. Siempre que la madre sea menor de 14 años, se inicia un proceso judicial, puesto que como explicamos antes, es catalogado como abuso sexual.

Mirna Montenegro: Ni sobre su cuerpo ni sobre su bebé. Ella al tener menos de 18 años resulta que en Guatemala no es reconocida la emancipación adolescente, como sí en otros países como México, Estados Unidos. Vas a hacer lo que tú tutor o tutora diga que hagas. Y si no está ninguno de ellos, con orden de juez.

Nos faltan políticas de estado que les permitan a las niñas recuperar un poco su vida, su alegría, sus estudios. Podrías tener un Estado que tuviera guarderías en institutos como en otros países, por ejemplo. Y el tema de la emergencia de la violencia sexual o el acceso, nosotras y creemos que como Guatemala hace falta discutir el tema de la causal salud en el marco de los abortos terapéuticos, porque es poco lo que ves en Guatemala. Sí existe el aborto terapéutico cuando coloca en riesgo la vida de la madre, o sea acá ya le llamamos causal vida, pero realmente estás colocando en riesgo la vida de una niña. Muertes maternas llevamos 42 muertes en adolescentes este año entre los 15 y los 19. Llevamos una muerte materna en una niña entre 10 y 14 años. Creemos que como país hay que aperturar la discusión, hay que sentarnos a ver las opciones que podrían estas niñas. Si se reconoce que la violencia sexual es una emergencia, disminuiría. Pero para eso se necesita la participación de la familia, la participación de la comunidad, no esconder el tema sino aperturar la discusión.

Narración: El ocho de febrero del 2017, tras tres audiencias, el padre de Ella recibió sentencia. 24 años de cárcel sin acceso a reducir su condena por buena conducta. Y la madre de ella ha estado siempre su lado.

Ella: Mi mamá pues le dolió bastante pero ahí sí que es de las pocas mamás, siento yo, que ha preferido apoyar a su hija que a la persona que ella quiere, porque compartió años con él. Y ella siempre me ha acompañado, me sigue apoyando. Ella me apoyó con el nene desde pequeño. Ella lo cuidaba.

Narración: La Fundación Miriam tiene un modelo estratégico de atención a las niñas y adolescentes para que puedan seguir adelante y fijar un proyecto de vida. Uno de los ejes de este proyecto es la educación, donde, a través del apoyo económico, pero también psicológico y emocional a las niñas y sus padres, se pretende que ellas puedan continuar sus estudios secundarios y universitarios. Además, se acompaña en la sensibilización y formación a sus familiares sobre la violencia de género y el racismo para fortalecer los ambientes de convivencia de las menores de edad víctimas de abuso sexual. Desde la cosmovisión maya, la fundación también brinda a las niñas y mujeres estrategias para iniciar un proceso de sanación que les permita continuar con sus proyectos y que, a medida que se sientan empoderadas y apoyadas, puedan mejorar sus condiciones de vida.

Ella: Mi mamá ahora es la persona que es la que nos mantiene, ella trabaja todos los días. Pero sí es muy duro todo eso que se vive porque también existe aparte de lo que uno siente, los comentarios de las personas que juzgan antes de saber la situación. Las personas que hablan. Es muy duro. Yo siento que para una persona que ha pasado por este tipo de violencia, no es fácil decirlo, no es fácil contarlo y tampoco es fácil aceptarlo, pero todo es cuestión de que si uno le echa ganas sí se puede porque hay muchas personas que han pasado por lo mismo y de que lastimosamente y que no han tenido el apoyo, tanto de organizaciones, del Estado, ni de sus mismos padres entonces se queda en silencio. Yo gracias a Dios tuve a mi madre que siempre estuvo ahí apoyándome, llevándome. Y para ella fue muy duro también, pero siempre estuvo ahí apoyándome en todo, me sigue apoyándome en todo.  

Narración: Ahora que el tiempo ha pasado; el hijo de Ella empieza a preguntar por su padre. La respuesta no es fácil. Ella, con 17, no sabe cómo decirle a su hijo de cuatro que comparten papá: y que fue él quien la violó y la dejó embarazada.

Ella: Sí, dos veces me ha preguntado. Y no le he respondido nada. Es un momento en el que uno se queda paralizada, de una vez. Por que pregunta, “¿Y mi papi?” cuando mira que mis sobrinos dicen “papi papi” a mi cuñado. Y no me lo dice en el momento. Pero en la noche. “Mami, ¿y mi papi?” Entonces es un momento en que siento como que me estuvieran echando una cubeta de agua frío y toda paralizada y no sé qué decirle. Y le dice “papi” mi hermano, a mi hermanito. Le dice “precioso” y le dice “papi”.

Narración: La madre de Ella ya no trabaja exclusivamente como costurera. Si bien en las noches sí hace trabajos de costurería, de lunes a sábado realiza trabajo doméstico en una casa. Gana 800 quetzales. Y con eso mantiene a cinco personas: a Ella, su hijo, la hermana y hermano de Ella y a sí misma. Paga, además, agua, luz, gas, comida y educación de tres. Y si bien Ella recibe la ayuda de Miriam, ella también quiere pronto trabajar. No solo para ayudar a su madre, sino para irse de Ciudad Quetzal. Dice, Ella, que cuatro años después las personas de la colonia siguen hablando mal de ella. No lo soporta. Quisiera irse. ¿A dónde?

Ella: A un lugar tranquilo, tal vez. De una colonia donde nadie me conozca. Donde yo empiece donde nadie conozca mi historia. Y ya, estar un poco más grande y llevarme a mi hijo y me da mucho miedo que cuando él crezca otro poquito más y entre a la escuela le hagan comentarios. Porque o sea uno conoce a las personas como son y si se lo han hecho a mis hermanos cómo no se lo van a hacer a él.

Narración: El hijo de Ella es un pequeño curioso y activo. Regresa a casa y corretea. “Parece lorito”, dice ella. Y es que como Ella nos dijo, él se robó su corazón. Pero, admite, que consideró abortarlo.

Ella: Yo ahora digo, de algo malo y horrible está saliendo algo bueno, digo yo. Porque con todo lo que me han apoyado las organizaciones y talleres, he dicho que todo lo malo que pasó, salió algo bueno. Estoy aprendiendo. No me quedé con eso de que me apoyaron solo a mi. Por eso nunca me niego en cosas así porque pienso yo que mi experiencia apoye a demás personas, porque no soy la única y tampoco voy a ser la única.

Narración: Como mencionamos al inicio del episodio, según OSAR, de enero a agosto del 2019, se han registrado casi 58,000 nacimientos cuyas madres son menores de edad. Eso significa que, en Guatemala, cada día, 237 niñas tienen un hijo o hija. Cada hora, nueve. Para cuando termines de escuchar este episodio, al menos 4 niñas guatemaltecas habrán sido obligadas a ser madres. 

Ella: Muchas veces me he preguntado qué se puede hacer. Primero tal vez soy de la idea de que es que hay que informar bastante o sea, las personas ya que conocemos, yo siento que las personas que ya conocemos de todos esos casos. No estamos empapadas. Pero me ha servido los talleres de Miriam los talleres a los que he ido, entonces con las personas que tengo a mi alrededor, yo puedo compartir eso, entonces las personas estén alrededor de ellas lo sigan conociendo. Yo pienso que ahorita no puedo hacer mayor cosa pero con la información que a mi me brindan y poderla brindar a las que me rodean, a mi familia, principalmente, a mis vecinos porque a veces me pongo (…) a mis vecinos aunque no me traguen (ríe) Entonces yo siento que es como así como que informarnos, pero más que informarnos, porque, ¿de qué nos sirve tener tanta información si no tenemos el valor de (…)? Es que es muy fuerte. Para poder lograr hacer una denuncia es algo muy fuerte, es algo que no se sabe qué va a pasar de su vida, no quiere perder la comodidad en la que está, pero tampoco quiere seguir sufriendo. Pero varios tienen el concepto de que, ¿para qué voy a denunciar si el Estado no hace nada, si igual nunca pasa nada? Pero yo siento que si lo hiciéramos, tal vez hacer el intento de que pase algo por el bien de uno y el bien de la sociedad. Pero sí le doy muchas vueltas a eso de qué podemos hacer para erradicar en mayor número la violencia. Sí lo he pensado muchas veces. Pero no encuentro.

Narración: Y sí, es difícil hallar soluciones. Como dice Mirna Montenegro “podríamos decir que no hay ninguna familia en alguna generación que no haya sufrido violencia”. Las cifras nos muestran que la violencia, física, sexual, psicológica corroe a la sociedad. Y, si, como dice Ella: la denuncia, forza el engranaje de la justicia. O como promueve Osar con la promoción de la educación sexual, o como hace Proyecto Miriam, que impulsa que las mujeres superen el trauma, se hagan independientes. Ella piensa, le da vueltas, piensa, ¿cómo erradicar la violencia? Y no la encuentra. Mientras tanto, cuenta su historia, como lo hicieron las tres protagonistas de esta serie de Radio Ocote. Porque ellas, cada una de una forma distinta, nos dijeron que querían contar su historia, porque quizás, sólo quizás, escucharlas “podría ayudar a alguien”.

Narración 2: Esta serie ha sido producida con el apoyo y alianza entre Agencia Ocote y Proyecto Miriam para la promoción intelectual de la mujer.

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