El uso de gas pimienta como arma de defensa personal no implica problemas legales
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En Fáctica verificamos, a solicitud de una lectora en redes sociales, las consecuencias legales que puede generar el uso del gas pimienta. Siempre que éste sea utilizado como arma de defensa personal, es permitido.


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El tuit dirigido a Fáctica pone en duda las implicaciones legales de estos artefactos: “usé gas pimienta para alejar a un tipo que me acosó en la calle… Varias personas me dijeron que podía salir afectada por utilizarlo o incluso tener problemas legales”.

El gas pimienta es un rociador, utilizado comúnmente para la defensa personal. Así lo describe la Ley de Armas y Municiones en su artículo 21: “Artículos de defensa. Son los compuestos químicos contenidos en rociadores, espolvoreadores, gasificadores o análogos, y artefactos electrónicos que sólo producen efectos pasajeros en el organismo humano, sin llegar a provocar la pérdida del conocimiento”.

El tamaño de sus recipientes no debe exceder los 500 centímetros cúbicos, según la misma ley. El equivalente a una botella de medio litro.

“No hay ningún impedimento en portar estos gases. La gente los compra para defenderse”, explica Jorge Aguilar, vocero interino de la Policía Nacional Civil (PNC). “También para defenderse del acoso callejero”, asegura.

Aguilar recuerda que “si en algún momento hay agresión o golpes, las personas podrían ser trasladadas a tribunales. Hay casos en que estos gases son utilizados para cometer actos ilícitos. Estos sí pueden ser investigados porque no se utiliza como arma de defensa personal”, agrega Aguilar.

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En la Fiscalía contra el Femicidio se investiga un caso relacionado al supuesto uso del gas en adolescentes del Hogar Seguro. “Una monitora lo utilizó contra adolescentes. Se inició un proceso porque el MP (Ministerio Público) considera que fue una medida innecesaria”, explica el fiscal Édgar Gómez.

“Si una persona se considera víctima del gas pimienta, puede colocar una denuncia en el MP. Esa sería la recomendación del agente de seguridad”, explica Aguilar, pues portarlo no requiere de permiso.

Henry España, defensor de la Diversidad Sexual, de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) documenta al menos tres denuncias contra agentes de la PNC que utilizaron gas pimienta como arma en contra de personas de la comunidad LGBT. Casos que se encuentran en investigación.

“Los agentes antimotines sí tienen cilindros de gas pimienta que utilizan como disuasivos, cuando consideran que existe alteración del orden público”, explica Aguilar. Sin embargo, este gas no es parte del equipo de un policía de patrulla.

“Cada caso está sujeto a denuncias y a investigación”, dice Gómez en relación al uso del gas pimienta. “En caso extremo, pueden provocar lesiones graves. Podría ser letal para una persona con alergias. O un dispositivo de inmovilización podría serlo para alguien con problemas en el corazón. La investigación determinará si fue en defensa”, agrega. La ley ampara el uso de estos objetos en defensa personal, pero no como un arma de ataque.

El gas pimienta causa irritación en ojos y piel durante una hora aproximadamente. Su venta es libre, y siempre que se cumpla con las condiciones de ley, su portación y uso también lo son.

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